La Ley GENIUS se enfoca en la emisión y circulación de stablescoins. Sus disposiciones principales incluyen:
1) Requisitos de activos de reserva: Los emisores de stablecoins deben mantener el 100% en efectivo y bonos del Tesoro de EE. UU. con vencimiento de 90 días o menos.
2) Transparencia de auditoría: Los emisores deben presentar informes de auditoría mensual de terceros, con prueba on-chain de reservas actualizada en tiempo real.
3) Acceso al mercado: Las stablecoins extranjeras deben constituir una entidad legal en EE. UU. y mantener una reserva de riesgo del 20%.
A juzgar por sus disposiciones principales, la intención política de la Ley GENIUS va más allá del mero control de riesgos. Al exigir a los emisores de stablecoins mantener bonos del Tesoro de EE. UU., la Ley crea directamente una demanda estructural del dólar estadounidense y de los bonos del Tesoro. Esta demanda no solo atrae nuevos compradores al mercado de teasuries, sino que también refuerza la posición del dólar en el sistema financiero global.
Esta vinculación obligatoria crea una dependencia dual: controla la "dolarización" del mundo cripto mediante reservas respaldadas en fiat y asegura nuevos compradores para el mercado de bonos del Tesoro de EE. UU. en constante expansión.
Los datos muestran que, mientras la participación de los bonos del Tesoro de EE. UU. en manos de compradores tradicionales como China y Japón cayó del 34% al 26% entre 2014 y 2024, la cantidad en poder de emisores de stablecoins se disparó un 470% en los últimos tres años, alcanzando los 120,000 millones de dólares: el equivalente a las tenencias de un país como Bélgica. Esto indica que los emisores y las entidades de stablecoins se han convertido en uno de los compradores clave en el mercado de bonos del Tesoro de EE. UU.
El vínculo entre las stablecoins y los bonos del Tesoro de EE. UU. ha creado un ecosistema oculto pero poderoso. A finales de mayo de 2025, la capitalización total del mercado global de stablecoins superó los 249,800 millones de dólares. De ellos, USDT (Tether) ocupa una posición dominante con 152,700 millones de dólares en circulación, seguido de USDC (Circle) con 61,500 millones de dólares.
Los datos muestran que las stablecoins que cumplen la normativa ostentan 132,000 millones de dólares en bonos del Tesoro de EE. UU., lo que representa el 18% del volumen diario medio de negociación en el mercado de treasuries. De estas tenencias, el 67% corresponde a bonos a corto plazo con vencimientos inferiores a tres meses, porcentaje significativamente superior al 34% que detentan los fondos soberanos. Esta elevada proporción de deuda a corto plazo permite a las stablecoins responder rápidamente a los cambios del mercado y ajustar su estructura de activos de reserva.
Impulsado por la Ley GENIUS, el mercado de stablecoins no solo ha conformado un ecosistema estrecho con los bonos del Tesoro de EE. UU., sino que también ha experimentado una "segunda evolución" en el proceso de cumplimiento normativo. Está surgiendo una clara divergencia estructural en el panorama de las stablecoins:
1) Segmento regulado: Monedas estables como USDC y PAX han ajustado rápidamente sus estructuras de reservas, aumentando sus tenencias de bonos del Tesoro a corto plazo a 32,400 millones de dólares y 5,800 millones de dólares, respectivamente.
2) Zona gris: La stablecoin del euro EURT, emitida offshore, subió un 142% en solo tres meses, alcanzando una oferta total de 4,700 millones de dólares.
3) Mejoras técnicas: El 85% de las stablecoins que cumplen la normativa han adoptado "sistemas de gestión de reservas dinámicas" para ajustar algorítmicamente los vencimientos de los bonos del Tesoro a la demanda de redención.
El mercado ha respondido positivamente a este cambio con una acción decidida. En la primera mitad de 2025, la participación en volumen de trading de las stablecoins que cumplen la normativa subió del 68% al 79%, mientras que la cuota de mercado de productos parcialmente no conformes como USDT cayó 9 puntos porcentuales hasta el 58%.
Standard Chartered pronostica que, para finales de 2028, la capitalización de mercado circulante de las monedas estables vinculadas al dólar estadounidense podría dispararse hasta los 2 billones de dólares. El análisis de Citigroup sugiere que, en un escenario de bull market, el mercado de stablecoins podría alcanzar los 3.7 billones de dólares para 2030. Esto implica que, en los próximos años, los emisores de stablecoins podrían llegar a poseer más bonos del Tesoro de EE. UU. que muchas naciones soberanas, convirtiéndose en participantes clave en el mercado de Tesoro.
El impacto más profundo de la Ley GENIUS radica en cómo utiliza las monedas estables como herramienta para reestructurar la distribución global del poder financiero.
1) Soberanía monetaria: Países como El Salvador han adoptado Bitcoin como moneda de curso legal, mientras que mercados emergentes en África y Latinoamérica usan cada vez más stablecoins denominadas en dólares estadounidenses para pagos transfronterizos. Los datos muestran que en 2024 el volumen de transacciones de stablecoins en África creció un 400% y en Latinoamérica un 300%. La cuota de pagos transfronterizos gestionados tradicionalmente por SWIFT está siendo erosionada por las stablecoins, especialmente en transacciones pequeñas y de alta frecuencia. La función de liquidación instantánea de las stablecoins las ha convertido en una opción popular para envíos de remesas y liquidaciones de comercio internacional.
2) Competencia de poder regulatorio: Los emisores con una capitalización de mercado superior a mil millones de dólares quedan bajo la supervisión de la Reserva Federal, mientras que los emisores más pequeños están regulados por los gobiernos estatales. Esta estructura normativa por niveles garantiza una supervisión eficaz sin interferir excesivamente en la innovación. Los organismos reguladores monitorizan a los emisores de stablecoins en tiempo real mediante herramientas como auditorías de reservas y normas contra el blanqueo de capitales. Aunque esto mejora la transparencia de los flujos de capital globales, también ha suscitado preocupaciones sobre los derechos de privacidad.
3) Dominio de estándares técnicos: Las stablecoins líderes como USDC y USDT tienen una cuota de mercado dominante, lo que impulsa a los desarrolladores a priorizar estas stablecoins conformes al crear aplicaciones. Esta concentración del mercado concede de facto a los emisores principales el control de los estándares técnicos. Como resultado, los nuevos participantes se enfrentan a elevadas barreras tecnológicas de entrada.
La Ley GENIUS podría convertirse en un punto de inflexión histórico en la evolución monetaria. No es una simple innovación regulatoria ni una forma pura de protección del mercado; representa una transformación institucional cuidadosamente diseñada. En esta transformación:
1) Estados Unidos: A través de la legislación sobre stablecoins, EE. UU. convierte el mercado cripto en una red de distribución de bonos del Tesoro de EE. UU., además de aprovechar la tecnología para permitir la monitorización en tiempo real de los flujos de capital globales. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha proyectado que los activos digitales podrían generar hasta 2 billones de dólares de demanda adicional de bonos del Tesoro en los próximos años. Esta demanda no solo atrae nuevos compradores al mercado de bonos del Tesoro, sino que además refuerza aún más la posición del dólar en el sistema financiero global.
2) Mercados emergentes: Aunque se benefician de la conveniencia de los pagos con stablecoins, estas regiones corren el riesgo de perder autonomía en la política monetaria. África y Latinoamérica se han convertido en la línea de frente de la expansión de las stablecoins. En respuesta, algunos bancos centrales han comenzado a investigar las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) como contramedida. Sin embargo, desarrollar y desplegar una CBDC requiere tiempo y recursos, lo que dificulta competir con los sistemas de stablecoins maduros a corto plazo.
3) Inversores globales: A medida que las stablecoins se vinculan cada vez más a los bonos del Tesoro de EE. UU., los inversores se enfrentan a un nuevo paradigma de inversión. Con los bonos del Tesoro como colateral implícito de las stablecoins, los modelos tradicionales de evaluación de riesgos deben reestructurarse de forma fundamental. Innovaciones como los bonos del Tesoro a corto plazo tokenizados y los protocolos de renta fija on-chain están remodelando la lógica de la inversión de renta fija. Los inversores deben replantear los perfiles de riesgo-rendimiento y adaptarse a este entorno de mercado en evolución.
La aprobación de la Ley GENIUS marca la entrada formal de la hegemonía del dólar estadounidense en una nueva era 2.0. En esta contienda financiera, las stablecoins ya no son meramente un caso de uso para las criptomonedas: se han convertido en un puente entre las finanzas tradicionales y el mundo digital, así como en una herramienta clave para que EE. UU. mantenga su dominio monetario global.
A medida que la tecnología sigue avanzando y el mercado madura, se espera que las stablecoins desempeñen un papel cada vez más importante en el futuro sistema financiero. La implementación de la Ley GENIUS servirá como una lente clave para observar esta tendencia.
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