La emisión de deuda corporativa en el sector tecnológico ha alcanzado niveles sin precedentes en 2025. Más de US$200.000 millones en bonos han sido colocados por gigantes como Meta (META), Broadcom (AVGO), Alphabet (GOOGL), Amazon (AMZN) y Oracle (ORCL), impulsados por la necesidad de financiar infraestructura para inteligencia artificial.
Ver más: Wall Street cree que la acción de Nvidia puede crecer casi un 30% más: las razones
Este auge de financiamiento, aunque no necesariamente adverso desde el punto de vista crediticio, ha generado inquietudes crecientes entre inversionistas de renta variable y deuda.
Según Bloomberg Intelligence, los niveles actuales de endeudamiento responden a una expansión de inversiones que no se veían desde la era dorada del gasto en telecomunicaciones.
“Algunas empresas están pasando de generar enormes flujos de caja libre a consumir efectivo neto en 2026”, señalaron Robert Schiffman y Alex Reid en un análisis publicado hoy.
A pesar del rápido crecimiento del apalancamiento, los analistas destacaron que los temores más amplios sobre una burbuja tecnológica o un riesgo sistémico “les parecen exagerados” y explicaron que “la calidad crediticia tecnológica se encuentra en máximos históricos”.
El caso de Oracle se ha convertido en símbolo del nuevo perfil de riesgo que enfrenta el sector, tanto por su agresivo programa de inversión como por su exposición directa al ecosistema de OpenAI.
La empresa ha emitido un total de US$22.500 millones en bonos de grado de inversión en lo que va de 2025, incluyendo una colocación destacada de US$18.000 millones realizada en septiembre. También participa en el financiamiento de Stargate, un proyecto de US$500.000 millones para construir infraestructura de IA, del cual forman parte SoftBank y OpenAI.
→ Suscríbete al newsletter Línea de Mercado, una selección de Bloomberg Línea con las noticias bursátiles más destacadas del día.
El precio de los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) a cinco años de la empresa se ha triplicado en los últimos meses. El costo de asegurar bonos de la compañía contra un default a cinco años subió el miércoles hasta 1,11 puntos porcentuales anuales, lo que equivale a aproximadamente US$111.000 por cada US$10 millones de deuda asegurada, según datos de ICE recopilados por Bloomberg.
El volumen de negociación de estos derivados también se ha disparado. “El volumen de operaciones con CDS de la empresa se disparó a alrededor de US$5.000 millones en las siete semanas terminadas el 14 de noviembre”, señaló Jigar Patel, estratega de crédito en Barclays, en declaraciones a Bloomberg.
Aunque Oracle mantiene calificaciones de grado de inversión y una capitalización bursátil de aproximadamente US$620.000 millones, el mercado ha comenzado a usar sus derivados como cobertura ante un potencial enfriamiento del entusiasmo por la inteligencia artificial.
Las acciones de Oracle han perdido cerca de 33% desde su máximo del 10 de septiembre. La compañía proyecta US$35.000 millones en gasto de capital para el actual ejercicio fiscal y, según datos de Bloomberg, el flujo de caja libre caerá a US$9.700 millones negativos este año, con déficits aún mayores proyectados hasta 2028.
La calificadora S&P Global Ratings revisó recientemente su perspectiva sobre Oracle a negativa “por su perfil crediticio deteriorado debido al gasto de capital anticipado y la emisión de deuda para financiar el crecimiento acelerado de la infraestructura de IA”.
Pese a esto, los analistas de Jefferies mantienen una visión alcista. Con un precio objetivo de US$400 por acción, afirmaron que “incluso excluyendo a OpenAI, Oracle todavía tiene US$220.000 millones en obligaciones de desempeño restantes, lo que refleja un crecimiento secuencial de 60% desde el cuarto trimestre de 2025”.
Ver más: UBS ve un dólar débil en 2026 y cree en un S&P 500 arriba de los 8.000 puntos
Más allá de las presiones bursátiles, desde la óptica del crédito, Schiffman y Reid observaron que la emisión tecnológica de grado de inversión, que supera los US$200.000 millones, es un ciclo que podría repetirse o incluso ampliarse en los próximos 12 meses.
Los analistas destacaron además que “el flujo de caja después de dividendos y recompras podría volverse negativo en 2026”, a pesar de que los balances siguen mostrando altos niveles de liquidez.
Entre las empresas con mayores vencimientos hasta finales de 2026 se encuentran Apple (AAPL), Oracle, IBM (IBM), Microsoft (MSFT) y Amazon. Según el informe, estas obligaciones de corto plazo “parecen fácilmente manejables durante ese periodo”, lo que reduce los temores de refinanciamiento inmediato.
Meta encabeza el auge de emisiones con un total de US$57.000 millones en 2025, incluidos US$27.000 millones en operaciones privadas. Broadcom y Alphabet también figuran entre los mayores emisores, con colocaciones de US$29.500 millones y más de US$15.000 millones en deuda denominada en euros, respectivamente.
La empresa de Mark Zuckerberg podría presentar flujo de caja libre negativo en 2026 después de pagos a accionistas, pese a mantener una calificación crediticia sólida. Apple, por su parte, conserva US$132.000 millones en efectivo, pero ha priorizado recompras y dividendos por sobre inversiones en centros de datos propios, lo que podría limitar su exposición directa al boom de infraestructura de IA.
De acuerdo con Bloomberg Intelligence, la emisión acumulada del sector tecnológico de grado de inversión ya supera los US$206.000 millones y podría alcanzar los US$250.000 millones si se concreta el paquete privado pendiente de Oracle.
Ver más: “No hay una burbuja de IA”: las 10 frases clave del CEO de Nvidia tras resultados récord
A pesar del aumento en el uso de deuda, los analistas subrayan que los perfiles de crédito de los emisores más sólidos se mantienen estables. “Incluso cuando la deuda tecnológica aumenta, el crecimiento sustancial de ingresos y flujo de caja debería minimizar la volatilidad de los spreads y los riesgos crediticios”, escribieron Schiffman y Reid.
En conjunto, el sector acumula más de US$1 billón en efectivo, lo que refuerza su capacidad para sostener inversiones a gran escala. Según los analistas de Bloomberg Intelligence, el gasto de capital del sector podría alcanzar los US$3 billones acumulados hacia 2030, sustentando la continuidad del endeudamiento sin deterioro significativo del riesgo crediticio.


