México podría perder su certificación de eliminación del sarampión en 2026. De acuerdo con el estudio Nineteen-Year Evidence on Measles–Mumps–Rubella Immunization in Mexico: Programmatic Lessons and Policy Implications, entre 2026 y 2024, en el país se dejaron de aplicar 22.5 millones de dosis de la vacuna contra Sarampión, Paperas y Rubéola (SPR). Es decir, que alrededor del 25% de mexicanos no recibieron protección contra estas enfermedades.
Como explica el epidemiólogo y especialista en vacunación, Rodrigo Romero, la condición para mantener la certificación otorgada por la Organización Panamericana de la Salud es que la transmisión del virus se interrumpa durante 12 meses. No obstante, México acumula 5,000 casos confirmados de sarampión y 23 muertes por esta enfermedad desde el brote iniciado en Chihuahua en febrero de 2025.
Coberturas insuficientes
El estudio, citado por El Economista, documenta que la falta de vacunación afecta directamente la llamada "inmunidad de rebaño". Para evitar brotes de una enfermedad altamente contagiosa como el sarampión, la OMS y la OPS establecen una cobertura mínima del 95% con la vacuna triple viral, un umbral que México no ha logrado alcanzar de forma sostenida.
Según el análisis, la cobertura nacional de la vacuna SPR osciló entre 60% y 92%, siempre por debajo de lo requerido, con niveles consistentemente bajos en el IMSS y el ISSSTE. En el caso de la vacuna SR, utilizada como esquema de rescate, se identificó que cerca de 24.6 millones de dosis adquiridas no fueron aplicadas, lo que equivale a casi el 28% del total comprado.
El doctor Romero señaló que uno de los problemas transversales es la inconsistencia en los datos de compra, aplicación y reporte de vacunas, una situación que también afecta a otros biológicos como influenza, BCG y VPH. Ante ello, el estudio propone retomar el programa de vacunación con una planeación más sólida, coberturas armonizadas y sistemas de monitoreo robustos.
El reto: llegar a febrero de 2026 sin contagios
Fue en 2016 cuando el país obtuvo la acreditación, a casi una década de distancia, si quiere conservarla, no debe registrar contagios sostenidos hasta febrero de 2026. Sin embargo, para Romero esta meta parece difícil de alcanzar, pues los casos de sarampión en el país siguen aumentando.
El especialista dijo que "hay una desatención desde al menos 2012, con caídas paulatinas en coberturas no solo de la triple viral (sarampión, rubéola y paperas), sino también de la hexavalente, neumococo, VPH y otras". A esto se suman los problemas de desbasto y distribución de vacunas, así como la interrupción de la campañas por la pandemia de COVID-19 y la expansión de narrativas antivacunas.
La baja percepción de riesgo también ha jugado en contra. Para Romero, al no ver casos de enfermedades prevenibles, las personas creen que ya no son graves o que las vacunas no son necesarias, "y no es así". El gobierno señaló que el brote de este año se originó a partir de un caso importado; sin embargo, el médico señaló que siempre habrá casos importados, pero lo importante es tener coberturas suficientes para evitar que se tornen en brotes.
Para mantener la certificación, el estudio propone retomar el programa de vacunación con una planeación más sólida, coberturas armonizadas y sistemas de monitoreo robustos. También destaca la implementación de un sistema nominal de vacunación que permita dar seguimiento individual a cada persona desde su nacimiento, identificar esquemas incompletos y buscarlos activamente.
Imagen de portada | Secretaría de Salud de Michoacán.
