Los paradores de Mar del Plata fijan los precios de las carpas e incorporan diversos amenities. Los montos de alquiler dependen de la ubicación y los servicios adicionales disponibles en cada balneario. La rotación constante de turistas y la tendencia de las escapadas breves definen la dinámica de contratación en la costa.
Este sector de la ciudad ofrece una amplia variedad de precios y prestaciones para los visitantes. Augusto Di Giovanni, responsable del parador Doce, ratificó valores competitivos para el acceso a lo que define como clubes de playa. “Por 80.000 pesos tendrán en enero y por día una carpa para seis personas y la posibilidad de divertirse con piletas, profes que atienden a los chicos y decenas de otros entretenimientos y servicios”, explicó el referente a LA NACION. El verano anterior la tarifa diaria en ese mismo sitio fue de 60.000 pesos.
La oferta en esta zona, que cuenta con 24 balnearios, contempla diferentes modalidades de contratación. El alquiler por quincena en el parador Doce cuesta 1 millón de pesos durante la primera mitad de enero y 1,2 millones de pesos para la segunda parte del mes. El valor para el mes de enero completo se fijó en 2 millones de pesos. Existen opciones más económicas y otras más costosas en el complejo; los precios mensuales inician en 1,5 millones de pesos y las quincenas parten desde los 900.000 pesos.
Los servicios en Punta Mogotes incluyen el acceso a sanitarios exclusivos y una extensa carta de atracciones. Los clientes disponen de una o más piscinas, áreas de recreación para niños y grupos familiares, vestuarios con duchas y canchas para la práctica de fútbol, vóley o tenis. Algunos paradores suman beneficios adicionales como sauna, gimnasio y clases de yoga para sus usuarios.
La ciudad presenta variaciones en sus tarifas según la exclusividad del balneario y la cantidad de servicios integrados. El costo diario para una familia en los paradores privados de la costa atlántica comienza en los 50.000 pesos. En la zona céntrica, los paradores ofrecen sombrillas y reposeras con valores promocionales y servicios mínimos.
En el área de La Perla, el precio por día de una unidad de sombra parte desde los 120.000 pesos. Playa Grande y los paradores ubicados al sur del faro, considerados los más exclusivos, fijan sus tarifas diarias desde los 150.000 pesos. Estas opciones permiten el acceso de cinco o seis personas y el uso de todas las instalaciones del parador durante la jornada.
El alquiler por la temporada completa, que abarca desde mediados de diciembre hasta fines de marzo, oscila entre los 2,8 millones de pesos y los 4500 dólares en los sitios más selectos. Esta modalidad es la preferida por los residentes de la ciudad, quienes comparten el gasto entre dos o tres grupos familiares. Los marplatenses aprovechan la comodidad de asistir a la playa sin cargar objetos personales, ya que estos permanecen en el balneario.
Carlos Bastons, administrador del parador Marbella en Pinamar, indicó que los valores dependen de la zona de alquiler. Las sombrillas en Pinamar cuestan entre 50.000 y 60.000 pesos por día, mientras que el mes completo alcanza el millón de pesos. Las carpas en enero tienen un valor diario de entre 70.000 y 100.000 pesos, con un costo mensual de 1,5 millones de pesos.
En Cariló, la oferta de sombra es limitada y las reservas mantienen un ritmo superior al del año pasado. Carlos Gartia, encargado del parador Hemingway, confirmó a LA NACION que la quincena de enero cuesta 1.670.000 pesos. El mes completo en este balneario se sitúa en 2,48 millones de pesos, mientras que el valor diario estimado para la temporada alta se ubica entre los 150.000 y 160.000 pesos.
La ciudad de Pinamar finalizó su plan de reconversión del frente marítimo con estructuras sustentables que cuidan el medio ambiente. Todos sus balnearios presentan instalaciones renovadas bajo estos parámetros de preservación.
Mar del Plata avanza con procesos de licitación para nuevas concesiones en sectores que carecían de servicios. El gobierno municipal determinó que las nuevas unidades fiscales no podrán instalar carpas fijas. El modelo que busca implementar la gestión local consiste en unidades móviles. Bajo este sistema, las sombrillas se colocan en la arena solo cuando el cliente las alquila. Los usuarios de estos nuevos sectores tendrán a su disposición servicios de baños y vestuarios sin la presencia de estructuras de sombra permanentes sobre la costa.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Darío Palavecino.

