El banco central de Rusia ha presentado un nuevo marco regulatorio para las criptomonedas dentro de su mercado nacional de activos digitales, con fecha límite establecida para julio de 2026. Esta iniciativa tiene como objetivo permitir que tanto inversores minoristas como calificados puedan comprar criptomonedas.
Según un informe de Bloomberg, los inversores no calificados tendrán permitido comprar las criptomonedas más líquidas después de aprobar exitosamente una evaluación de conocimientos. Sin embargo, sus transacciones estarán limitadas a 300 000 rublos, aproximadamente equivalentes a $3800 anuales, y deben realizarse a través de un único intermediario.
En contraste, los inversores calificados tendrán la libertad de comprar cantidades ilimitadas de cualquier criptomoneda, aparte de tokens anónimos, aunque también deberán aprobar una evaluación de conciencia de riesgo.
A pesar de estos pasos regulatorios, el Banco de Rusia mantiene una postura cautelosa hacia las criptomonedas, categorizándolas como activos de alto riesgo. El banco central ha instado a los potenciales inversores a considerar el riesgo significativo de perder sus fondos.
Las transacciones se realizarán a través de entidades ya licenciadas como exchanges, brokers y gestores de confianza, mientras que se aplicarán requisitos adicionales a los custodios y servicios de exchange.
Además, los residentes rusos podrán comprar criptomonedas en el extranjero y transferir sus tenencias a través de intermediarios licenciados dentro del país, con requisitos obligatorios de declaración fiscal.
Este cambio regulatorio sigue a los comentarios del presidente Vladimir Putin el año pasado sobre el uso potencial de Bitcoin (BTC) y la necesidad de que Rusia reconsidere su dependencia de las reservas de divisas extranjeras.
Hablando en una conferencia de inversión en Moscú, Putin destacó los problemas geopolíticos derivados de la congelación por parte de Occidente de alrededor de $300 000 millones en reservas rusas debido al conflicto en curso en Ucrania.
Cuestionó la prudencia de mantener reservas estatales en divisas extranjeras, considerando la facilidad con que estos activos pueden ser confiscados por razones políticas.
En un desarrollo significativo, Putin también ha firmado una ley que crea un marco legal para gravar el minado y las transacciones de Bitcoin, clasificándolos oficialmente como propiedad.
Esta nueva ley reconoce las monedas digitales como propiedad e incluye aquellas utilizadas para liquidaciones de comercio exterior dentro del Régimen Legal Experimental (EPR) diseñado para la innovación digital.
Notablemente, la legislación estipula que el minado y las ventas de Bitcoin estarán exentos del impuesto al valor agregado (IVA), lo que podría impulsar una mayor inversión en el mercado de criptomonedas.
Recientemente, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, hizo un reconocimiento inesperado sobre el minado de Bitcoin, señalando su pequeño pero significativo impacto en el apoyo al rublo ruso.
Si bien admitió que cuantificar esta influencia es difícil, Nabiullina sugirió que el minado ha surgido como un "factor adicional" que contribuye a la fortaleza reciente de la moneda, una admisión notable de una banquera central tradicionalmente cautelosa sobre el panorama cripto.
Al momento de escribir, Bitcoin cotizaba justo por encima de la marca de $88 090, registrando pérdidas del 1,5% en el marco temporal de 24 horas.
Imagen destacada de DALL-E, gráfico de TradingView.com
