Durante mucho tiempo se creyó que los detectives privados dedicaban la mayor parte de su trabajo a destapar engaños sentimentales. Sin embargo, la realidad actual del sector es bastante distinta. Así lo explicó David Rodrigo, investigador privado, en una charla con el periodista y youtuber, David Jiménez. A su vez, en aquella conversación respondió una duda que muchos podrían tener: ¿Cuándo se producen más infidelidades?
Según el especialista, hoy la mayor parte de los encargos están vinculados al ámbito económico y laboral. Investigaciones por bajas médicas sospechosas, ausentismos reiterados, competencia desleal o filtraciones de información concentran gran parte del trabajo profesional. “En una empresa, si investigás una baja laboral y podés justificar un despido procedente, el retorno económico es evidente”, explicó y dio cuenta de que una inversión relativamente baja en investigación puede evitar indemnizaciones de decenas de miles de euros a las compañías más importantes de su país.
Por ese motivo, las infidelidades dejaron de ser el principal foco del rubro, al no ser tan rentables e involucrar al investigador con temas más emocionales y personales del supuesto damnificado. Sin embargo, hay un período del año en el que estos trabajos suelen tener mucha demanda. Pero, según aseguró, él solo los toma si se trata de una persona conocida o el amigo de algún allegado. “El momento en el que tenemos más trabajo de este tipo es durante las cenas de empresa”, afirmó el detective.
Un detective privado explica cuál es el momento del año en el que hay más infidelidades“Aparecen las sospechas por el contacto entre compañeros, el clima relajado y las dinámicas que no se dan en el trabajo cotidiano”, detalló Rodrigo. En ese marco, muchas personas buscan saber cómo se comporta su pareja en esos encuentros. “Hay clientes que dicen: ‘Quiero ver cómo actúa mi pareja en la cena de la empresa porque sospecho que tiene una relación especial con un compañero’”, relató.
Incluso en Navidad, una época en que se considera de unión familiar, es cuando las consultas de este tipo se disparan aún más. “Ahí tenemos una bala, porque algo puede pasar… o no”, explicó y aludió a la expectativa que se genera en muchas personas el saber si podrá pasar las fiestas en paz o no.
El detective también advirtió sobre la carga emocional que implican este tipo de investigaciones. A diferencia de los casos empresariales, donde el resultado suele ser concreto y medible, en las relaciones personales entran en juego sentimientos, miedos y proyecciones. “Podés hacer perfectamente tu trabajo y que no ocurra lo que el cliente espera”, remarcó.
En muchos casos, incluso cuando no se confirma una infidelidad, el resultado puede generar decepción. “Cuando digo que ‘fallás’ no es que falló la investigación, sino que no pasó lo que el cliente creía que iba a pasar”, agregó el experto. Y eso, lejos de traer alivio, puede abrir nuevas tensiones en la pareja. “Es algo muy subjetivo, porque yo no sé si lo que se prefiere es que haya infidelidad o no. Por lo tanto, esa es una responsabilidad extra porque en una empresa tú juegas con su dinero o fondo de comercio, pero con un cliente de este tipo estás jugando con sus emociones y por eso hay una presión extra”, señaló sobre la responsabilidad que conlleva.

