El fundador de Sentinel Global ha dado la alarma sobre lo que él llama "moneda digital de negocios central" – una nueva forma de dinero privado que, en su opinión, refleja los mecanismos de vigilancia y control de las CBDCs respaldadas por el estado.
Kranz argumenta que confiar en las principales instituciones financieras para emitir dólares digitales podría exponer a los usuarios a los mismos peligros que temen de los gobiernos. "Si un banco grande decide quién puede realizar transacciones, congela saldos o impone restricciones políticas, ¿en qué se diferencia de una moneda digital de banco central?" preguntó. Advirtió que marcos regulatorios como la Ley Patriota ya otorgan a las corporaciones y autoridades un control significativo sobre el acceso a los fondos.
Según Kranz, la noción de que las stablecoins son más seguras que las criptomonedas es engañosa. Aquellas respaldadas por efectivo o valores gubernamentales a corto plazo siguen siendo vulnerables a crisis de liquidez – versiones digitales de los mismos "retiros masivos" que una vez derribaron instituciones financieras. Mientras tanto, las stablecoins algorítmicas y los activos sintéticos conllevan sus propias fragilidades, dependiendo del comportamiento del mercado y código que puede desentrañarse en momentos de extrema volatilidad.
Comparó estos sistemas con motores experimentales: impresionantes, pero propensos a fallar cuando se presionan demasiado. "La gente asume que estabilidad significa seguridad", dijo Kranz. "En realidad, solo significa que el riesgo es más difícil de ver".
La rápida evolución de la tokenización y las finanzas basadas en blockchain, añadió Kranz, está produciendo tanto oportunidades extraordinarias como peligrosos puntos ciegos. Describió la ola actual de innovación como "diez eventos de cisne negro ocurriendo a la vez", donde los avances en un rincón del mercado pueden desencadenar consecuencias inesperadas en otro lugar.
El valor total de las stablecoins en circulación superó recientemente los $300 mil millones, según DeFiLlama – una señal de adopción creciente pero también de mayor exposición sistémica. Con tanto dinero ahora vinculado a emisores privados, Kranz teme que la próxima gran disrupción podría provenir del sector mismo.
El debate también ha llegado a Washington, donde el nuevo proyecto de ley GENIUS sobre stablecoins ha dividido a los legisladores. Los partidarios lo ven como un paso regulatorio necesario, mientras que los críticos lo llaman un camino disfrazado hacia el control digital centralizado. La representante Marjorie Taylor Greene llegó a llamarlo un "Caballo de Troya", afirmando que podría dar paso a una sociedad sin efectivo dirigida por instituciones capaces de congelar o monitorear cada transacción.
Para Kranz, el núcleo del problema no es si las monedas digitales son públicas o privadas – es quién tiene el poder para apagarlas. Él cree que la misma tecnología que podría democratizar las finanzas también puede usarse para limitarlas, dependiendo de quién esté detrás del código.
"La tecnología no elige bandos", dijo. "Pero las personas sí. Y eso es lo que los inversores necesitan entender antes de depositar su confianza en un token".
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El artículo ¿Son las Stablecoins Solo Versiones Corporativas de las CBDCs? apareció primero en Coindoo.