BlackRock compró 3.930 BTC a un precio cercano a $456,5M. Esta acción confirma la creencia emergente entre los actores institucionales de que Bitcoin debería ocupar un lugar destacado en la diversificación de portafolios de inversión, a pesar de que los mercados cripto enfrentan un entorno macroeconómico complicado.
Es otro paso en la saga triunfal de BlackRock con la adquisición de Bitcoin después de abrir IBIT a principios de 2024. Esto se realizó mediante la transacción del mecanismo de creación de ETF, en el que las partes autorizadas entregan un Bitcoin spot para crear las nuevas acciones de ETF.
Las inversiones de BlackRock en el ecosistema Bitcoin han aumentado a escalas abrumadoras. Para principios de octubre de 2025, los BTC mantenidos por IBIT eran aproximadamente 773.000, lo que, en ese momento, representaba una gran proporción del monto total de Bitcoin. El fondo posee más del 54% de la cuota de mercado entre los ETF de Bitcoin spot de EE.UU., lo que resulta en su posición como líder indiscutible en los vehículos de inversión regulados de Bitcoin.
El valor actual de la cartera de Bitcoin supera los $60B, una cifra que habría sido considerada absurda hace unos años cuando la incertidumbre institucional en la criptomoneda era muy prevalente. Los analistas teorizan que este depósito mantendrá los precios altos en el futuro porque es más que la cantidad de bitcoin minado y crea presión económica sobre los compradores.
La estrategia de BlackRock es especialmente notable por su consistencia. En lugar de cronometrar el mercado o hacer apuestas sobre el dinero especulativo, la firma ha estado en acumulación continua del mismo a pesar de las fluctuaciones en los precios en cualquier período en un marco de tiempo particular.
BlackRock pertenece a una tendencia institucional más amplia que está remodelando los mercados de criptomonedas. Fidelity, ARK Invest y Bitwise, entre otros, todos tienen participaciones bastante considerables en Bitcoin, pero ninguna es tan grande como BlackRock. La cuenta sobre adaptación institucional no se limita solo a los flujos de ETF. En un anuncio anterior, Goldman Sachs reveló más de $718M en tenencias de ETF de Bitcoin, lo que representa un 71% de incremento trimestral e indica que las empresas más conservadoras de Wall Street están adoptando activos digitales.
La transparencia regulatoria ha sido un factor en este cambio. Esto permitió a las instituciones que no podían permitirse comprar criptomonedas directamente tomar un corredor legítimo después de que los ETF de Bitcoin spot fueran aprobados por la Comisión de bolsa y valores de EE.UU. (SEC). A medida que se configuran regímenes regulatorios más considerables y se desarrolla un liderazgo amigable con las criptomonedas en la SEC, los analistas creen que el proceso puede aumentar aún más.
El impacto de la compra institucional a lo largo del tiempo resulta en transformaciones estructurales significativas en el marco de suministro de Bitcoin. Habiendo descubierto que la tasa de inflación anual en Bitcoin sigue siendo descendente debido a su mecanismo de compartir, y los inversores institucionales están actualmente acumulando Bitcoin simultáneamente con los mineros que no logran suministrar Bitcoin en cantidades suficientes, el crecimiento de precios puede ocurrir con facilidad dado que las leyes económicas básicas pueden ser aplicadas.
La misma ocurrencia sucedió cuando Blackrock realizó sus compras en octubre, esto coincidió con un mes importante para Bitcoin. Bitcoin es tradicionalmente un mes fuerte en octubre y debido a que los flujos institucionales ahora están contribuyendo a la estacionalidad, muchos analistas esperan posibles rupturas en el cuarto trimestre.
Ha surgido una campaña política en el mercado de criptomonedas que la adopción institucional es lo que transformará a Bitcoin en una reserva de valor y no una especulativa. La adquisición de BlackRock de $466,5M en un solo día de operación es también solo un punto de datos que demuestra que esta tesis es el caso. La integración de las finanzas tradicionales y el dinero digital cada vez mayor, la pregunta ha cambiado no si las instituciones financieras adoptarán Bitcoin, sino cuán temprano se puede esperar que una categoría sugerida pueda saltar al juego antes de que los precios los dejen fuera de sus áreas lucrativas.