El lunes, 10 de noviembre de 2025, el Banco Central do Brasil publicó tres importantes resoluciones (519, 520 y 521) que transformarán la forma en que operan las empresas de criptomonedas. Estas reglas someten las transacciones de stablecoin a las mismas regulaciones utilizadas para convertir reales brasileños a dólares estadounidenses.
Brasil procesó un estimado de $319 mil millones en transacciones de criptomonedas entre mediados de 2024 y mediados de 2025, convirtiéndolo en el quinto mercado cripto más grande a nivel mundial según datos de Chainalysis. Lo que hace esto particularmente importante es que alrededor del 90% de la actividad cripto de Brasil involucra stablecoins. Estos tokens digitales están vinculados a monedas regulares como el dólar estadounidense y se utilizan principalmente para pagos en lugar de especulación.
Las nuevas reglas abordan una preocupación creciente entre los reguladores brasileños. Gabriel Galipolo, el presidente del banco central, dijo en febrero de 2025 que alrededor del 90% de la actividad cripto en Brasil involucraba stablecoins, describiendo el aumento como "significativo y preocupante". El problema no es la tecnología en sí, sino cómo estos activos digitales se han utilizado para eludir la supervisión financiera tradicional.
Fuente: bcb.gov.br
Las stablecoins ofrecen transacciones más rápidas y económicas que la banca tradicional. Sin embargo, también se han vinculado a la evasión fiscal y el lavado de dinero. Al tratarlas como operaciones de cambio de divisas, Brasil busca cerrar brechas regulatorias mientras mantiene los beneficios de los pagos digitales.
Las regulaciones crean un nuevo tipo de licencia comercial llamada "Sociedades Prestadoras de Serviços de Ativos Virtuais" (SPSAVs). Cualquier empresa que maneje transacciones cripto en Brasil debe obtener esta licencia del banco central.
Los requisitos de capital son sustanciales. Las empresas necesitan al menos 10,8 millones de reales ($2 millones) para operar. Dependiendo del tipo de negocio, algunas empresas pueden necesitar hasta 37,2 millones de reales (aproximadamente $7 millones). Esto representa un aumento significativo desde los 1-3 millones de reales originalmente propuestos durante las consultas públicas.
Estas empresas licenciadas deben seguir las mismas reglas que las instituciones financieras tradicionales. Necesitan medidas de protección al consumidor, controles contra el lavado de dinero y sistemas detallados de informes. El objetivo es llevar a las empresas cripto bajo supervisión de nivel bancario sin ahogar la innovación.
Bajo el nuevo marco, cualquier compra, venta o transferencia internacional de stablecoins se convierte en una operación de cambio de divisas. Esto incluye usar stablecoins para pagos cotidianos o enviar dinero al extranjero.
Las transacciones con empresas extranjeras no licenciadas están limitadas a $100.000. Este límite evita que las personas muevan grandes cantidades de dinero fuera de los canales financieros tradicionales sin la supervisión adecuada.
Las reglas también cubren billeteras de auto-custodia cuando está involucrado un proveedor de servicios licenciado. Las empresas deben identificar a los propietarios de las billeteras y verificar de dónde provienen los activos transferidos y hacia dónde van. Esto extiende los requisitos contra el lavado de dinero a áreas previamente fuera de las finanzas reguladas.
Es importante destacar que Brasil no está prohibiendo directamente las billeteras de auto-custodia. En cambio, los exchanges regulados deben tratar las interacciones con billeteras como operaciones formales de cambio de divisas. Este enfoque mantiene la libertad del usuario mientras garantiza una supervisión adecuada.
Las nuevas reglas entran en vigor el 2 de febrero de 2026. Las empresas existentes tienen nueve meses para cumplir o arriesgarse a ser cerradas. Las empresas extranjeras que atienden a clientes brasileños deben establecer operaciones locales bajo la ley brasileña.
A partir del 4 de mayo de 2026, las empresas licenciadas deben reportar información mensual detallada al banco central. Esto incluye detalles del cliente, tipos de activos, montos en reales y relaciones entre contrapartes.
Bernardo Srur, presidente de la Asociación Brasileña de Criptoeconomía (ABCripto), calificó el marco como "positivo y necesario" pero criticó los altos requisitos de capital y el ajustado cronograma de cumplimiento. Estos factores podrían reducir la competencia al favorecer a empresas más grandes y bien financiadas sobre innovadores más pequeños.
El enfoque de Brasil lo coloca por delante de la mayoría de las principales economías en la regulación de stablecoins. El movimiento se produce mientras países de todo el mundo compiten por establecer marcos cripto tras la Ley GENIUS de EE.UU. a principios de este año.
Las regulaciones se alinean con la estrategia financiera más amplia de Brasil. Al hacer visibles las transferencias de stablecoins en los datos oficiales de balanza de pagos, el banco central obtiene una mejor visión de los flujos de dinero que anteriormente estaban ocultos de las estadísticas económicas.
Brasil también está considerando añadir Bitcoin a sus reservas nacionales. El plan propuesto "RESBit" asignaría $19 mil millones para la compra de Bitcoin como activo estratégico, similar a mantener reservas de oro.
El nuevo marco envía un mensaje claro: las criptomonedas son bienvenidas en el sistema financiero de Brasil, pero deben seguir las mismas reglas que el dinero tradicional. Este enfoque podría influir en cómo otros países latinoamericanos regulan los activos digitales.
Estas regulaciones representan más que solo supervisión cripto. Son parte de la transición de Brasil hacia un sistema financiero más digital mientras mantiene controles adecuados contra el fraude y el lavado de dinero.
La decisión de Brasil de tratar las stablecoins como operaciones de cambio de divisas crea un marco regulatorio integral sin prohibir la innovación. El país se ha posicionado como líder en regulación cripto mientras aborda preocupaciones legítimas sobre estabilidad financiera y protección al consumidor. A medida que otras naciones observan la implementación de Brasil, estas reglas podrían convertirse en un modelo para equilibrar la innovación con la supervisión en la economía digital global.


