JOHANNESBURGO.- El plan de Estados Unidos para poner fin a la guerra en Ucrania “es una base que requerirá trabajo adicional”, afirmaron este sábado los líderes europeos, en un respaldo al gobierno de Volodimir Zelensky y un rechazo implícito a la presión de Washington para firmar un acuerdo que beneficia a Rusia.
En un comunicado conjunto consensuado durante la cumbre del G20 en Sudáfrica, que también llevó la firma de otros dos países, los europeos cuestionaron principalmente de los dos puntos esenciales del texto diseñado entre Washington y Moscú: la entrega territorial y la reducción de efectivos.
“Somos claros en el principio de que las fronteras no deben cambiarse por la fuerza. También nos preocupan las limitaciones propuestas a las Fuerzas Armadas de Ucrania, que dejarían al país vulnerable a futuros ataques", declararon en un comunicado conjunto.
El texto fue firmado por los líderes de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España, Países Bajos, Irlanda, Finlandia, Noruega y de la Unión Europea, así como por los primeros ministros de Canadá y Japón.
El comunicado se emitió tras una reunión urgente al margen de la cumbre del G20 en Johannesburgo, en respuesta al plan estadounidense impulsado por el presidente Donald Trump, quien boicoteó la reunión en Sudáfrica.
Los líderes afirmaron “dar la bienvenida a los esfuerzos continuos de Estados Unidos para llevar la paz a Ucrania” y consideraron con diplomacia que el plan de 28 puntos “incluye elementos importantes” hacia ese objetivo.
“Creemos que el borrador es una base que requerirá trabajo adicional”, señaló el comunicado. Y subrayó que “la implementación de elementos relacionados con la Unión Europea y con la OTAN requeriría el consentimiento de los miembros de la UE y de la OTAN, respectivamente", en referencia a otros puntos claves que prohíben el ingreso de Ucrania a la OTAN y el despliegue de fuerzas de paz europeas para garantizar la seguridad ucraniana.
“Estamos listos para comprometernos a fin de garantizar que una futura paz sea sostenible", subrayaron.
Los líderes se reunieron después de que Zelensky dijera el viernes que su país se enfrentaba a la disyuntiva de perder su dignidad y libertad o el respaldo de Washington. Añadió que propondría “alternativas” a plan de Trump y prometió a los ucranianos que nunca traicionaría a su país.
Más allá del comunicado, los líderes europeos subrayaron la importancia capital que tiene para ellos lo que pueda definirse en torno a este conflicto.
“Hay muchas cosas que no pueden ser simplemente una propuesta estadounidense, lo que requiere una consulta más amplia”, dijo el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y añadió que un eventual acuerdo deberá permitir la paz para los ucranianos y “la seguridad para todos los europeos”.
“Si Ucrania perdiera esta guerra y posiblemente colapsara, eso tendría repercusiones en toda la política europea, en todo el continente europeo", dijo por su parte el canciller alemán, Friedrich Merz.
Merz también afirmó que actualmente existe la posibilidad de poner fin a la guerra. Sin embargo, un resultado positivo “aún está muy lejos”. Y aseguró que lo dejó claro durante una conversación telefónica con Trump.
En medio de este rechazo de sus aliados y de la propia Ucrania, Trump dijo este sábado que podría haber modificaciones. Cuando los periodistas le preguntaron si ultimátum a Ucrania para que firme el acuerdo antes del jueves era su “oferta final a Ucrania”, Trump respondió: “No”. “Estamos intentando ponerle fin. De una forma u otra, tenemos que ponerle fin”, afirmó sin precisiones.
Por su parte, el vicepresidente norteamericano, JD Vance, dijo que las críticas “se basan en una mala comprensión del contexto o en una interpretación errónea de algunas realidades cruciales sobre el terreno". Y añadió: “Existe la ilusión de que, si simplemente damos más dinero, más armas o imponemos más sanciones, la victoria estará al alcance de la mano”.
Solo Rusia justificó a manos llenas el plan. El líder del Kremlin, Vladimir Putin, dijo que el texto puede servir “como base para una solución pacífica definitiva” del conflicto. El líder del Kremlin se mostró dispuesto a “discutir en profundidad todos los detalles”, y amenazó con continuar su ofensiva en el frente si Ucrania lo rechaza.
En este contexto, responsables ucranianos, estadounidenses y europeos se reunirán este domingo en Suiza para discutir el plan de Trump sobre Ucrania, según anunciaron fuentes coincidentes.
De acuerdo con una fuente francesa, “el consejero del presidente francés irá mañana a Ginebra con sus colegas del E3″, formado por Alemania, Francia y Gran Bretaña, para dialogar con representantes de Estados Unidos y Ucrania.
Por su parte un responsable de Estados Unidos confirmó la presencia en Ginebra del secretario de Estado, Marco Rubio, y del emisario diplomático Witkoff.
De esta manera, los próximos días serán determinantes en el futuro del plan de Trump, que según trascendió estos días fue una obra conjunta de funcionarios rusos y norteamericanos, que se reunieron con ese fin el mes pasado en Miami.
Representantes de la administración Trump se encontraron con Kirill Dmitriev, un enviado ruso que está bajo sanciones de Estados Unidos, para redactar el plan, según indicaron múltiples fuentes conocedoras del asunto a la agencia Reuters.
La reunión tuvo lugar en Miami a fines de octubre y participaron el emisario diplomático de Trump, Steve Witkoff, el yerno del presidente, Jared Kushner, y Dmitriev, que dirige el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), uno de los mayores fondos soberanos de Rusia.
Estrecho aliado de Putin, Dmitriev ha ocupado un papel destacado en las conversaciones con Estados Unidos sobre la guerra y se reunió con Witkoff varias veces este año. Según un alto funcionario estadounidense, el gobierno de Trump emitió una exención especial para permitir su entrada.
Dmitriev y su fondo fueron incluidos en la lista negra de Washington en 2022, tras la invasión a gran escala de Ucrania. Las sanciones impiden a los ciudadanos y empresas estadounidenses tratar con ellos.
El documento surgido de Miami parece ir en contra de la postura presuntamente más dura que la Casa Blanca había adoptado últimamente hacia Moscú, incluso con sanciones a su sector energético, y luego de que Trump cancelara una cumbre con Putin en Budapest por entender que no derivaría en avances concretos hacia una solución.
Según las fuentes, muchos altos cargos del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional no fueron informados. Tampoco participó el enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, quien trabajaba con los ucranianos en la negociación del fin de la guerra.
Agencias AP, AFP, ANSA y Reuters

