El marco de política del Sistema de la Reserva Federal (FRS) para la innovación en el sistema bancario estadounidense está cambiando a medida que la Junta reemplaza una directiva de 2023 con un nuevo enfoque.
La Junta del Sistema de la Reserva Federal anunció ayer, el miércoles, que ha retirado una declaración de política de 2023 y adoptado una nueva declaración de política sobre cómo ciertos bancos supervisados por la Junta pueden participar en actividades innovadoras. La acción, publicada a las 22:00 horas, marca un cambio notable en la postura supervisora del banco central.
En el marco original de 2023, la Junta limitó a los bancos estatales miembros bajo su supervisión a la misma gama de actividades permitidas para los bancos supervisados por otros reguladores federales. Además, esa declaración anterior describió cómo se aplicaría la política a productos y servicios innovadores específicos, limitando efectivamente cómo los bancos podrían experimentar con tecnologías emergentes y modelos de negocio.
Sin embargo, la Junta ahora considera que las condiciones han cambiado. Desde que se emitió la declaración de 2023, tanto la estructura del sistema financiero como la comprensión de la Junta sobre nuevos productos y servicios han evolucionado. Como resultado, los funcionarios concluyeron que la guía anterior ya no es apropiada y la han designado formalmente como una declaración de política retirada.
La nueva declaración de política está diseñada para facilitar la innovación responsable mientras se mantienen estándares prudenciales sólidos. Crea una vía definida para que tanto los bancos estatales miembros supervisados por la Junta asegurados como no asegurados realicen ciertas actividades innovadoras, sujetas a las expectativas existentes de seguridad, solidez y cumplimiento.
Según el anuncio, el marco tiene como objetivo garantizar que los bancos puedan adoptar nuevas tecnologías sin socavar la estabilidad financiera. Además, tiene la intención de proporcionar expectativas supervisoras más claras para los bancos supervisados por la junta que deseen probar o escalar productos novedosos, que van desde servicios financieros digitales hasta procesos internos mejorados.
Al explicar el cambio, la Vicepresidenta de Supervisión Michelle W. Bowman enfatizó que las herramientas emergentes pueden generar beneficios en todo el sector. Señaló que las nuevas tecnologías pueden crear eficiencias importantes para los bancos y respaldar productos y servicios mejorados para los clientes bancarios, siempre que se implementen de manera prudente y conforme.
Bowman subrayó que, al crear una vía por la que los bancos de innovación responsable puedan navegar, la Junta busca mantener el sistema bancario estadounidense tanto competitivo como resiliente. Sin embargo, también enfatizó que el enfoque supervisor tradicional en seguridad y solidez sigue siendo central para el nuevo enfoque.
La Vicepresidenta dijo que el objetivo es ayudar a garantizar que el proceso de modernización del sector bancario no se produzca a expensas de la gestión de riesgos. Por lo tanto, el ajuste de la política del Sistema de la Reserva Federal se enmarca como parte de un esfuerzo más amplio para mantener el sistema seguro y sólido mientras se hace más moderno, eficiente y efectivo.
La decisión de reemplazar la guía de 2023 también refleja el rápido ritmo de cambio en la tecnología financiera desde entonces. Además, la comprensión en evolución de la Junta sobre productos innovadores, servicios y riesgos relacionados influyó en su determinación de que era necesaria una guía más flexible para el sector.
La nueva declaración de política se aplica específicamente a los bancos estatales miembros supervisados por la Junta, incluidos tanto los bancos asegurados como no asegurados dentro de esa categoría. Dicho esto, el anuncio no altera las autoridades estatutarias o regulatorias subyacentes que rigen qué actividades son permisibles para diferentes tipos de instituciones.
En cambio, aclara cómo la Junta evaluará ciertas actividades innovadoras propuestas por las empresas bajo su supervisión. Además, proporciona una vía estructurada para que esos bancos busquen la no objeción supervisora u otra retroalimentación cuando consideren ofrecer nuevos productos o implementar tecnologías modernas.
Si bien el anuncio no detalló casos de uso individuales, se espera que la política tenga implicaciones para áreas como plataformas bancarias digitales, análisis de datos avanzados y soluciones de pago modernas.
Sin embargo, todas estas actividades continuarán siendo evaluadas según los estándares existentes de protección al consumidor, cumplimiento y resiliencia operativa.
En resumen, la decisión de la Junta de retirar su guía de 2023 y emitir un nuevo marco señala un esfuerzo por equilibrar la innovación con la supervisión.
Al abrir una ruta más clara para que los bancos supervisados exploren nuevas tecnologías, los reguladores buscan mantener el sistema financiero estadounidense tanto tecnológicamente actualizado como firmemente fundamentado en estándares prudenciales.


