WASHINGTON.–El gobierno de Estados Unidos publicó el martes una nueva y voluminosa tanda de documentos vinculados a las investigaciones sobre el fallecido financista y delincuente sexual Jeffrey Epstein, un expediente políticamente explosivo que volvió a salpicar al presidente Donald Trump y reavivó las acusaciones de encubrimiento y demoras deliberadas en la divulgación de información sensible.
La publicación —que incluye alrededor de 30.000 páginas de documentos, miles de enlaces, audios, videos y correos electrónicos internos— contiene múltiples referencias a Trump, entre ellas registros de vuelos en el jet privado de Epstein durante la década de 1990, algunos de ellos junto a Ghislaine Maxwell, hoy condenada a 20 años de prisión por facilitar abusos sexuales a menores.
El Departamento de Justicia defendió de inmediato al mandatario. En un comunicado difundido en X, sostuvo que “algunos de estos documentos contienen afirmaciones falsas y sensacionalistas contra el presidente Trump que fueron presentadas al FBI justo antes de las elecciones de 2020” y aseguró que, de haber tenido credibilidad, “ya se habrían utilizado como arma política”. El organismo aclaró que la publicación responde a su “compromiso con la ley y la transparencia”, con las protecciones legales exigidas para las víctimas.
Aunque Trump no está acusado de ningún delito, los nuevos archivos vuelven a poner bajo la lupa su vínculo pasado con Epstein. Ambos fueron fotografiados juntos en fiestas y eventos sociales en los años noventa y principios de los 2000, cuando el financista cultivaba relaciones con empresarios, celebridades y figuras políticas influyentes.
Trump ha dado versiones cambiantes sobre el final de esa relación. En distintas ocasiones afirmó que se distanció cuando Epstein le “robó” empleadas jóvenes del spa de su club en Florida, y también dijo que lo expulsó de Mar-a-Lago por considerarlo “un asqueroso”. Sin embargo, los documentos divulgados contradicen la idea de un vínculo superficial.
Un correo electrónico fechado el 7 de enero de 2020, enviado por un fiscal federal de Nueva York, señala que los registros de vuelo mostraban que Trump había volado al menos ocho veces en el jet privado de Epstein, “muchas más de lo que se había informado previamente”. En cuatro de esos vuelos también viajaba Maxwell. En uno de ellos, según el documento, los únicos pasajeros fueron Epstein, Trump y una mujer de 20 años cuyo nombre fue censurado. En otros dos trayectos, dos de las pasajeras eran mujeres que podrían haber sido testigos en el caso Maxwell.
En una publicación en redes sociales de 2024, Trump dijo que “nunca estuvo en el avión de Epstein, ni en su ‘estúpida’ isla”. La Casa Blanca no respondió a los pedidos de comentarios sobre esos correos electrónicos.
Entre los materiales más polémicos figura una carta manuscrita atribuida a Epstein y dirigida a Larry Nassar, el exmédico condenado por abusos sexuales masivos a gimnastas. La misiva contiene una referencia burda al presidente: “Nuestro presidente también comparte nuestro amor por las chicas jóvenes y núbiles”, se lee en el texto.
Reuters y otras agencias no pudieron verificar la autenticidad de la carta. El sobre tiene inconsistencias formales: fue procesado en Virginia —no en Nueva York, donde Epstein estaba detenido— tres días después de su muerte, no incluye su número de recluso y consigna erróneamente la cárcel de origen. El FBI solicitó un análisis caligráfico para determinar si la escribió Epstein, pero los resultados no estaban disponibles.
Otro correo interno menciona que, al revisar datos extraídos del teléfono celular de Steve Bannon, un funcionario encontró una imagen de Trump junto a Maxwell. La fotografía fue censurada en la publicación.
Trump volvió a restar importancia al caso el lunes. “Todo el mundo era amigo de este tipo”, dijo a periodistas, y sostuvo que los archivos se utilizan para desviar la atención del “tremendo éxito” de su gestión.
La difusión de los documentos se produce tras meses de controversia. Trump había prometido en la campaña de 2024 hacer públicos los archivos Epstein, pero luego denunció una “farsa” impulsada por los demócratas y buscó frenar su divulgación. La presión —incluso desde sectores republicanos— derivó en la aprobación casi unánime de la Ley de Transparencia de los Archivos de Epstein (EFTA), que obligaba a publicar todo el material antes del 15 de diciembre.
El fiscal general adjunto, Todd Blanche, atribuyó los retrasos a la necesidad de proteger la identidad de más de 1000 víctimas y negó que el Departamento de Justicia estuviera protegiendo a Trump. Aun así, los congresistas Ro Khanna (demócrata) y Thomas Massie (republicano), coauspiciadores de la ley, amenazaron con impulsar cargos por desacato contra la fiscal general Pam Bondi por incumplir los plazos.
La presión se intensificó el lunes, cuando el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, presentó una resolución en la que pidió iniciar acciones legales contra la administración. “Es claramente una operación de encubrimiento”, afirmó, en una de las críticas más duras desde la oposición.
El primer paquete de documentos, divulgado el viernes pasado, fue duramente criticado por sus extensas censuras y por incluir referencias a otras figuras públicas —como el expresidente Bill Clinton, Mick Jagger y Michael Jackson— mientras, según los detractores, evitaba menciones directas a Trump. Clinton pidió públicamente que se divulgue cualquier material relacionado con él y aseguró no tener “nada que ocultar”.
Los archivos también vuelven a mencionar al expríncipe Andrés, para quien el Departamento de Justicia elaboró un memorando de 22 páginas solicitando colaboración a Gran Bretaña para entrevistarlo como testigo material. En correos electrónicos de 2001 y 2002, Maxwell coordina viajes y encuentros sociales de alto perfil vinculados a un hombre identificado como “el hombre invisible”, alias que los investigadores asocian con el duque, aunque sin mencionarlo explícitamente.
En esos intercambios aparecen referencias a un viaje a Perú, consultas sobre la edad de “las chicas” y expresiones como “turismo de dos piernas”, que los investigadores interpretaron como una alusión a encuentros sociales cuidadosamente organizados. Los documentos aclaran que estos correos no prueban conducta criminal, pero aportan contexto sobre la red de vínculos y la logística social que rodeaba a Epstein y su entorno.
Epstein fue encontrado muerto en agosto de 2019 en una cárcel de Nueva York, en un caso que las autoridades calificaron como suicidio. A seis años de su muerte, Maxwell sigue siendo la única persona condenada penalmente en relación con la trama, mientras la publicación de los archivos continúa alimentando sospechas, tensiones políticas y un debate incómodo sobre poder, impunidad y transparencia en Estados Unidos.
Agencias AFP, ANSA y Reuters

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