Hay películas tan clásicas, que ya no necesitan de grandes discursos para anunciar que llegó la época más esperada del año: la Navidad. Basta con escuchar una canción noventera, ver luces de colores y recordar la infancia para que se nos venga en mente la película que muchos consideran la cinta navideña por excelencia: caótica, entrañable y perfecta para ver con la familia. Esto es El regalo prometido, y aquí en Xataka Cine y TV te contamos por qué vale la pena volver a verla.
La película más entrañable de Arnold Schwarzenegger
Para quienes no la conozcan, la historia sigue a Howard Langston, un padre desesperado que promete conseguir el juguete más codiciado de la temporada para su hijo: Turbo Man. Sin embargo, conseguir el regalo perfecto no será nada sencillo en plena noche buena, pues el muñeco no solo está agotado, sino que hay otros padres igual de desesperados que prácticamente tendrán que emprender una carrera absurda contra el tiempo, recorrer centros comerciales y enfrentarse a situaciones cada vez más absurdas.
La cinta se convirtió rápidamente en un clásico gracias a su humor físico, su ritmo acelerado y a un Arnold Schwarzenegger que deleitó al público con una imagen muy alejada del típico héroe de acción de los noventas. Parte del encanto de la cinta es justamente cómo retrata el estrés navideño de los adultos frente a la ilusión de los niños. El resultado fue una película entrañable que con que paso del tiempo se transformó en una tradición decembrina. Además, su mensaje es simple pero efectivo: el mejor regalo no siempre es el que se compra, sino el que regala tiempo y presencia.
En resumen, El regalo prometido es ruido, risas, nostalgia y espíritu navideño en estado puro. Es una cinta perfecta para poner en la sala, reunir a la familia y disfrutar de la Navidad. Además, es tan clásica que no hay pretextos para no verla, ahora puedes disfrutarla en streaming y sin costo adicional a través de Netflix y Disney+.
