El presupuesto para el Ramo 38 (Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación) para el ejercicio 2026 ha quedado definido en una cifra de poco más de 37,360 millones de pesos (mdp). Sin embargo, mientras la nueva estructura burocrática central experimenta una expansión apoyada por una fuerte suma de recursos, los centros que generan el conocimiento operan bajo una lógica de subsistencia y crecimiento mínimo.
El dato más relevante del presupuesto 2026 es el destino de la ampliación de 2 mil 500 millones de pesos (mdp) que se incorporó tras las negociaciones finales en Cámara de Diputados. El análisis detallado de las unidades responsables confirma que estos recursos no permearon hacia la investigación científica directa en los estados, sino que se quedaron en el ámbito federal.
La Unidad Responsable 100 (Secretaría) es el ejemplo más claro. En el presupuesto de 2025, esta oficina central contaba con apenas 290 millones de pesos asignados. Para 2026, su presupuesto se dispara a 2,663 millones 24 mil 934 pesos. Es un incremento de más del 800% y coincide casi exactamente con la ampliación presupuestal total del ramo, lo que indica que el fortalecimiento de la estructura administrativa de la nueva Secihti fue la prioridad.
El variado caso de los Centros de Investigación
La nueva distribución del gasto para 2026 arroja cifras clave sobre las prioridades del sector.
La partida más robusta sigue siendo la Unidad 220, encargada de la Dirección General de Becas y Apoyos a la Comunidad Científica, que administrará 26 mil 318 millones 434 mil 602 pesos, asegurando la continuidad de los apoyos a estudiantes y miembros del Sistema Nacional de Investigadores.
Por otro lado, la Universidad Nacional Rosario Castellanos (Unidad 92M) se consolida como un actor central con una asignación de mil 050 millones de pesos.
No obstante, en un apartado crítico para el desarrollo científico nacional, los Centros Públicos de Investigación (CPIs) enfrentan un escenario de estancamiento frente a la negociación final del Congreso. A pesar de la bolsa adicional de 2 mil 500 mdp que recibió el Ramo 38, los centros de investigación no presentaron aumentos significativos.
En general, la mayoría de las instituciones científicas recibieron un incremento nominal del 3.5%, un ajuste que apenas compensa el efecto inflacionario y mantiene su capacidad operativa en niveles similares a los del año previo. Entre los que se encuentran en este rubro de crecimiento mínimo destacan el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor), Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), entre otros.
Sin embargo, el desglose revela algunos "ganadores" que lograron variaciones porcentuales de dos dígitos, muy por encima del promedio del sector, por ejemplo, el Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (CentroGeo) se convirtióen la institución con el mayor crecimiento relativo, alcanzando un notable 28.9 por ciento de incremento.
Por su parte el Instituto de Ecología Inecol) logró un avance sustancial del 17 por ciento en su asignación presupuestal. Para el Centro de Investigación en Materiales Avanzados (Cimav) y el Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) destacan aumentos significativos del 14.2 por ciento y 13.9 por ciento, respectivamente. Por último, el Colegio de la Frontera Sur registró una variación positiva del 11 por ciento.
Por otro lado, instituciones como el El Colegio de la Frontera Norte obtuvieron un aumento del 8.2 por ciento, mientras que el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco subió un 4.6 por ciento.
El presupuesto 2026 para los centros de investigación refleja una bolsa total de 7 mil 334.6 millones de pesos, marcada por una disparidad donde solo una minoría logró fortalecerse.
Los "proyectos estrella"
Por otro lado, la secretaria de Ciencia, Rosaura Ruiz, ha enfatizado que los proyectos prioritarios de la Presidencia no dependen del presupuesto operativo común, sino de "fondos adicionales extraordinarios", aunque hasta el momento no se ha detallado cómo se etiquetan o de qué partida provienen.
Entre estos proyectos destacan la fabricación en México de la supercomputadora más grande de América Latina, la iniciativa Cusari o Kutsari de semiconductores y el proyecto Olinia Automotriz.
Seguiminto del presupuesto para Ciencia y Tecnología
Sectores con mayor asignación
