Magistrados en disputa

El primer día hábil del 2026 en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa será el próximo lunes 5 y entonces los 16 magistrados que integran la Sala Superior deberán elegir al nuevo presidente de ese órgano autónomo, con la conclusión del trienio de Guillermo Valls Esponda.

Completo, después de una década, el Pleno General recibió una nueva generación de cinco magistrados apenas hace 90 días. Tres de ellos, por lo menos, buscarían llegar a la presidencia. La división de este bloque —claramente identificado con la 4T— podría beneficiar a Julián Alfonso Olivas Ugalde, quien lleva una década en el TFJA y es elegible.

El artículo 52 de la Ley Orgánica del Tribunal estipula que el presidente será electo por el Pleno General de la Sala Superior en la primera sesión del año siguiente a aquél en que concluya el periodo del titular en funciones. “Serán elegibles los Magistrados de Sala Superior cuyos nombramientos cubran el periodo antes señalado”.

Olivas Ugalde, con 71 años y medio siglo como abogado. Llegó al Tribunal Fiscal en el 2015, tras de hacerse cargo de la Secretaría de la Función Pública, en el primer tramo del sexenio peñista. Hace dos años compitió por la presidencia, que ganó Valls Esponda con nueve votos, de 15 posibles.

Apenas hace seis semanas, el presidente saliente promovió una adecuación al reglamento interno. La fracción VI del artículo 23 estipula la nueva mecánica para la elección: “se requerirá la mitad más uno de los votos de los magistrados presentes en la Sesión… En caso de que ningún aspirante a la Presidencia obtenga la mayoría requerida en la primera ronda, se celebrará una nueva votación en la que solo participarán como aspirantes las dos personas que hayan obtenido en la primera ronda el mayor número de votos, resultando electo aquella persona que alcance la mitad más uno de los votos a su favor”.

Carlos Mena, el magistrado con mayor antigüedad en la Sala Superior, presidirá sesión electiva y su intervención puede ser decisiva, pues tendrá voto de calidad en caso de empate.

La morenización del TFJA se materializó el pasado 14 de octubre, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum remitió al Senado de la República la lista con los cinco magistrados de Sala Superior; de ellos, Selene Cruz Alcalá, Ariadna Camacho Contreras y Eduardo Santillán Pérez habían competido, sin éxito, en la elección del Poder Judicial cuatro meses antes. Ludmila Valentina Albarrán Acuña y José Ramón Amieva (exjefe de gobierno), provienen de los tribunales administrativos de la CDMX e Hidalgo, respectivamente.

El presidente Andrés Manuel López Obrador propuso a Natalia Téllez Torres Orozco y Julio Ángel Sabines Chesterking como magistrados para la tercera sección —especializada en combate a la corrupción— pero sus disputas la congelaron, casi un lustro. Cruz Alcalá se integró a esa instancia hace tres semanas y la presidirá durante el 2026.

Santillán Pérez se integró a la primera sección; José Ramón Amieva, a la segunda, y la magistrada Albarrán Acuña, a la Junta de Gobierno. Los dos primeros y su colega Ariadna Camacho, han buscado el voto de sus colegas. El nuevo formato adoptado para la elección definirá las alianzas que definan al nuevo próximo presidente del TFJA, quien encabezará el Pleno y la Junta de Gobierno. En el 2026, la institución celebrará su nonagésimo aniversario, aunque en el Poder Legislativo se procesa una iniciativa que podría acabar con su estamento actual.

Y es que, por diseño constitucional, este órgano cuenta con jurisdicción plena y no está sujeto al Tribunal de Disciplina ni al Órgano de Administración del Poder Judicial Federal.

El pasado 11 de diciembre, la Junta de Gobierno validó la propuesta del presidente saliente de asignar a 23 magistrados —entre ellos 20 recién ratificados por el Legislativo—para distintas ponencias y salas en todo el país. Entrarán en funciones el primer día del 2026.

alberto.aguirre@eleconomista.mx