Este no fue un año más para Martín Zuppi, el hombre que maneja el Grupo Stellantis en el país, que engloba a marcas como Fiat, Peugeot, Citroën, Jeep, RAM y DS. Luego de una inversión de US$385 millones que generó 1800 nuevos puestos de trabajo (el 50%, mujeres), la automotriz comenzó en mayo a producir la pick up mediana Fiat Titano, primera de la marca italiana en la Argentina, en la planta cordobesa de Ferreyra. Luego, en octubre, se sumó a esa misma línea la RAM Dakota, también la primera en la historia en producirse en el país. Así, la fábrica de Córdoba dio los primeros pasos para consolidarse como un hub regional de pick ups, con el 70% de las unidades destinadas a la exportación a la región.
Stellantis presentó además otras novedades a lo largo del año, como la renovación del Fiat Cronos –hecho en Ferreyra-, el Fiat 600 híbrido, el relanzamiento del Argo y varios modelos de Jeep y DS. También amplió la oferta local de Peugeot con dos lanzamientos clave: el nuevo 3008, un SUV de estilo fastback del segmento mediano compacto, y el 5008, otro SUV de siete plazas que llega a competir al segmento D. El último arribo de la marca del león fue el nuevo 408, que retornó al país completamente renovado en su propuesta.
En números, las marcas de Stellantis representaron en los primeros diez meses del año el 31% de participación de mercado, con 162.252 autos patentados: Fiat (13,2%), Peugeot (8,7%), Citroën (4,2%), Jeep (3,9%), RAM (0,9%) y DS (0,1%).
Sin embargo y pese a no quedarse quieto, Zuppi insiste en la necesidad de avanzar con las reformas estructurales pendientes para que la industria automotriz gane competitividad.
- ¿Cuáles son las oportunidades y dificultades que tiene la industria hoy?
- Oportunidades hay muchas porque tenés los proveedores, tenés el mercado y tenés el know-how. Hay plantas en la Argentina como la de Palomar con más de 60 años, la de Córdoba con más de 70 años y los competidores con las propias. Hay un know-how importante y gente que sabe bien lo que hace.
- ¿Y dificultades?
- El problema es encontrar el equilibrio y la expectativa futura. Cuando se produce un auto, se hace con una visión a 10 años, no se proyecta a uno o dos y en la Argentina es difícil, a veces, poder estimar qué puede pasar de acá a 10 años. No estoy hablando del tipo de cambio sino del modo de gobierno, de la macroeconomía. Es decir, saber si vas a tener posibilidades de exportar, si la carga fiscal te va a aumentar o disminuir, si habrá incentivos para vender al exterior, si habrá protección de importaciones. Son muchas las variables que en nuestro país fueron cambiando. Y eso es difícil cuando uno proyecta a mediano y largo plazo. En definitiva, hay muchas oportunidades porque el producto y las fábricas están, pero también hay dificultades de poder entender y leer al futuro porque con un solo cambio de gobierno te cambia la lógica de la macroeconomía y todas las reglas de juego.
- ¿Qué importancia le da al tipo de cambio? ¿Cómo incide en la matriz de la industria automotriz?
- El tipo de cambio incide directamente, porque más del 50% de cualquier vehículo que se produce en la Argentina tiene piezas importadas, lo que incide directamente en el costo de producción. Todo el line up completo de autos o camionetas que vos traigas terminados también tiene una incidencia directa en el costo y hay que tener en cuenta que del 45% de piezas locales que vos podés comprar a productores argentinos, tiene mucha materia prima importada. Entonces, el cálculo es: sobre un auto importado la incidencia es del 100% y en un auto o camioneta que vos producís en la Argentina, la incidencia es del 70 o 75%.
Este país está muy influenciado por el tipo de cambio y eso te cambia un poco las reglas de juego porque cuando el tipo de cambio se te dispara, el precio del producto local aumenta, a eso se le suma la carga fiscal local que es importante, lo que provoca que los autos argentinos por momentos sean caros con respecto a la región.
Es importante mantener el equilibrio entre el juego de contar con una tasa competitiva y tener un tipo de cambio controlado. Sobre todo, porque los proyectos en la industria son largos: se piensan dos o tres años antes del lanzamiento y se fabrican por 10 años aproximadamente.
- La financiación fue el motor de la demanda en el último tiempo. ¿Cree que estamos en el umbral del final de esa tasa 0?
- Espero que no y que podamos sostener tasas de interés bajas para que le permitan a la gente tener un mercado financiado con respecto a los autos. A veces en la Argentina tomamos como naturales y normales cosas que no lo son: hasta hace poco tiempo en este país no podías comprar 100 dólares en un banco. Tuvimos durante casi siete años un mercado de real estate que no estaba financiado. En el mundo el 85% de los autos se venden financiados y en este país hasta hace poco tiempo no tenías chance, porque las tasas eran imposibles. Por eso lo que hay que tratar de buscar es un país relativamente normal más allá de que creo que podemos tener tasas amigables siempre que se mantenga el tipo de cambio más o menos estable. Mira, hace no mucho en Brasil un colega me comentaba que el cambio radical que están haciendo en la Argentina de la macroeconomía y de la lógica es enorme. Y mi respuesta fue sí, pero es enorme para tratar de ser un país normal. Lo que quiero decir es que no estamos hablando de tratar de ser un país en el top 10 del primer mundo. Venimos de tener un país bastante complejo y tratamos de ser normal: tenemos que tener un país en el que mis hijos puedan comprar un departamento con una financiación, como pasa en cualquier parte del mundo.
- Lanzaron hace muy poco el 208 y el 2008 híbridos para Brasil y hechos en El Palomar, como las versiones nafteras. ¿Está previsto que se vendan en la Argentina?
- Sí, está previsto. Ahora venimos lanzando para Peugeot 3008, el 5008 y el 408. Son vehículos de segmentos más altos que viene a completar un line up. Pero vamos a tener el 208 y 2008 híbridos en el futuro. Estamos viendo cuándo los podemos llegar a tener, pero sí, son productos que claramente van a estar.
- ¿Qué análisis haces del lanzamiento del 3008 y del 5008 y cuál es la expectativa de venta?
- El análisis es que son productos realmente topes de gama. Peugeot siempre fue la marca más aspiracional de las generalistas que hay en el país. Es la más premium por producto, diseño, porque la tecnología siempre estuvo de punta y los modelos 3008, 5008 y 408 son la prueba.
Respecto a la expectativa de venta, no estamos pensando en un volumen tan grande, por los costos: pagan el impuesto interno y eso hace que se encarezca el producto y el precio, pero la estimación son 1500 autos en el caso de 3008 por año, unos 300 del 5008 y unos 500 del 408. Sabemos que la marca tiene ese tipo de cliente y que el producto va a ser fiel a la historia. Realmente cuando vos te sentás, lo manejás y lo probás, te das cuenta que es algo diferencial. Así que estamos super contentos.
- ¿Qué proyecciones de mercado está haciendo para 2026?
- Depende de la tasa y del contexto. Estamos pensando en un 2026 con un crecimiento tímido del 5 o 10% con respecto a este año, por ende, podemos hablar de un mercado de 650.000 autos para 2026, que es un mercado muy lógico para Argentina. La Argentina no es un mercado de 300.000 o 400.000 unidades como vimos los últimos tres años, es un número muy bajo. Igual, no sé si estamos preparados para un mercado de un millón de unidades porque necesitas infraestructura, volumen, concesionarios y herramientas. Entonces, tenés que bajar de nuevo la carga fiscal, tenés que tener precios más acomodados, tenés que tener tasas que te permitan llegar a eso. Por ende, hablar de un mercado de entre 500.000 y 700.000 autos es un mercado lógico y rentable.
- Aparte de los lanzamientos, comenzaron a producir las pick ups Titano y ahora la Dakota. ¿Qué volumen de pickups está viendo? ¿Por qué hicieron esa inversión?
- Hay que tener en cuenta que nosotros no teníamos productos en el segmento de pick ups, que representa el 27% de todo lo que se vende. Dentro de las pick ups, tenés una B pick up [chica], como puede pasar en nuestro caso con la Fiat Strada, una C pick up [mediana], con Toro, y entre las camionetas grandes, una RAM 1500. En el segmento más importante, las medianas, donde hay grandes competidores, teníamos que estar. Ahora estamos con un producto como Titano y como Dakota con RAM, que están muy bien posicionadas, muy bien de tecnología y muy bien de motorización. Hace tiempo veníamos buscando tener una pick-up mediana de producción en la Argentina, y ahora son dos, pero con productos diferenciados, que responden al ADN y a la genética de la marca Fiat y de la marca RAM.
- La especialización de Brasil en autos chicos y la Argentina en pickups o medianos de valor agregado, ¿cree que se va a mantener?
- Sí, creo que sí.
- ¿Y el Mercosur ayuda? ¿sigue ayudando?
- Sí, la Argentina tiene un segmento de pick up medianas muy desarrollado y Brasil un segmento de pick up livianas muy desarrollado, pero el segmento bajo siempre va a estar, sobre todo en las grandes ciudades. Brasil es un gran productor de este tipo de vehículos, nosotros tenemos desarrollos a futuro que ya van a van a conocer, pero sí, eso se lleva casi el 40% del mercado. Es una tendencia mundial, ¿no? Más allá de que el SUV es una tendencia a nivel de desarrollo te diría transversal, el vehículo liviano y pequeño siempre va a funcionar.
- La marca china que adquirió Stellantis a nivel internacional, Leapmotor, no es conocida todavía en la Argentina, ¿cuál es la expectativa que tienen?¿Cuál es su activo?
- Leapmotor es una marca que tiene una gran diferenciación con respecto a lo que ves en el mercado, porque es una marca tecnológicamente muy diferente a lo que encontrás hoy en día como oferta. Es una marca que viene con una estética más interior minimalista, con una pantalla muy grande donde vos manejás prácticamente todas las funciones del auto, vehículos electrificados en todos los casos, SUV, B-SUV y C-SUV en segmentos importantes para la marca y la expectativa es grande porque también es interesante a nivel laboral. Nosotros decimos que es la marca electrificada con 50 años de historia, ¿no? ya no existen marcas de 50 años de historia electrificada, pero sí porque tenemos el background de la compañía de Stellantis. Sabemos cómo comercializar, tenemos una red de concesionarios que va a ser muy amplia con una red completa en todo el país con gran capilaridad, tenemos mucha expectativa. Pero es empezar de cero y es interesante. La vamos a lanzar el próximo año y veremos el posicionamiento de precio, todavía lo estamos trabajando y tenemos que ver también qué pasa a nivel fiscal con la normativa del Gobierno que establece que todo lo menor a US$16.000 FOB no paga impuesto de importación. Tenemos que ver cómo cuadramos eso como para poder llegar a ese número y poder ser competitivos.
- A nivel de historia personal suya, estuvo en Italia, trabajó también con mirada europea. ¿Qué difiere del consumidor argentino respecto de otros consumidores en el mundo?
- No sé si difiere tanto. Me parece que el consumidor en general lo que busca es servicio y la industria automotriz es una industria que vira hacia el servicio. El día de mañana con el manejo autónomo, como digo siempre, uno va a querer ir en el auto leyendo, durmiendo, viendo una película y la experiencia no va a ser el manejo. Hoy, lo más importante en la industria automotriz es tu experiencia de manejo. Si vos te subís a un auto de 500 caballos, sentís el auto. Y cuando vos te subís a un avión, tu experiencia no tiene nada que ver con el manejo. Se relaciona con el horario, con la comida, con la atención, con el costo, con el precio del billete. Entonces, la industria automotriz va hacia eso. No sé si el cliente europeo es muy diferente. Sí, claramente tienen más capacidad de llegada a lo que realmente necesitan. Entonces, te diría que puede elegir de primera mano qué es lo que necesita: una camioneta, un auto chico o un auto grande de trabajo.
En países como el nuestro y sobre todo en la Argentina hay clientes que tienen lo que pueden tener. Y no necesariamente cumplen todas sus necesidades o sus requisitos, pero después a nivel de servicio te diría que no hay mucha diferencia. Creo que la globalización cambió la comercialización. Hace 40 años, mi papá fue a un concesionario a conocer un auto y hoy día el cliente entra y sabe más que el vendedor por las redes, los test drive. Es decir, lo estudiaste todo. Entonces, el cliente yo no sé si cambia tanto, sí las posibilidades. En Europa o en Estados Unidos tienen dos o tres autos en base a las necesidades, ¿no? Del fin de semana, del off-road, de la familia, y en países como el nuestro no es tan así.

