“A fin de año estamos todos cansados”. Con esas palabras, el médico Daniel López Rosetti analizó en LN+ el desgaste acumulado con el que los argentinos llegan al epílogo del 2025. En su exposición, el especialista hizo hincapié en la influencia de nuestras labores cotidianas. “Hoy en día trabajamos mucho más y peor”, aseguró.
En palabras de Rosetti, “lo que nos desgasta es que vivimos a una velocidad digital a la que nuestro cerebro no está acostumbrado”. Trazando un paralelismo con sus épocas de formación, el médico dijo: “Yo me recibí sin saber qué era una tomografía computada: mi única herramienta era el estetoscopio”.
En su visita a LN+, Rosetti se explayó sobre ‘el síndrome del quemado’, más conocido como burnout. “Se trata de un estado que combina agotamiento emocional, despersonalización y sensación de bajo logro personal”, enumeró el profesional.
Respecto al agotamiento personal, mencionó: “Es una amortiguación emocional. No te reís cuando te tenés que reír o no lloras cuando tenés que llorar. Estás anestesiado“.
Sobre la despersonalización, dijo que “se manifiesta cuando te alejas del otro“.
Desde la óptica de Rosetti, “no se estresa el que trabaja mucho o mal. Se estresa el que trabaja infeliz. Como diría mi mamá: ‘sarna con gusto no pica’.
En palabras del especialista, “para ser feliz con el trabajo tenés que reunir varias condiciones, tanto personales como laborales”. Luego, el médico expuso una disyuntiva: “Cuando hay un juicio por estrés laboral, la pregunta es: al infarto que tuvo el trabajador, ¿se lo adjudica a las ocho horas laborales o al resto del día?“.
Por último, con la vocación de reflejar una sana filosofía de vida, el médico revivió una anécdota personal.
“Como profesional tengo la dicha de dar conferencias en varias provincias del país. Un día, volviendo a mi casa, aterricé en Aeroparque y me fui a buscar el auto. Desde el estacionamiento vi, a pocos metros, a un hombre con una caña de pescar y a su lado, su esposa comiendo un choripán. En ese momento llegué a una reflexión: no se puede ser feliz espontáneamente, hay que ponerle pila”, concluyó Rosetti.

