Apple ha comenzado a enviar sus primeros servidores de IA fabricados en EE.UU. desde unas instalaciones de última generación en Houston, Texas, marcando un cambio significativo en su estrategia global de fabricación.
Anunciado el 23 de octubre, este hito refuerza el impulso de Apple para traer más de su producción de tecnología avanzada de vuelta al suelo estadounidense.
Los servidores, impulsados por el silicio interno de Apple, jugarán un papel clave en la alimentación de Apple Intelligence y Private Cloud Compute, la columna vertebral del creciente ecosistema de IA de la compañía. Esta iniciativa refleja el compromiso más amplio de Apple de invertir 600.000 millones de dólares en fabricación, proveedores y proyectos de infraestructura en EE.UU. durante la próxima década.
Anteriormente, la mayor parte de la infraestructura de servidores de Apple se había ensamblado en el extranjero, particularmente en Asia. Ahora, con el despliegue en Houston, el gigante tecnológico señala su intención de reducir la dependencia de la producción extranjera mientras impulsa la innovación nacional.
Las instalaciones de Houston, uno de los centros de fabricación más avanzados de Apple, ahora están enviando servidores optimizados para cargas de trabajo de IA. Estos servidores apoyarán el impulso de Apple hacia la computación de IA que preserva la privacidad, donde los datos sensibles permanecen encriptados en el dispositivo o en centros de datos seguros basados en EE.UU.
Apple dice que planea expandir las operaciones de la planta de Houston el próximo año, aumentando la capacidad de producción y trayendo nuevos empleos de fabricación de alta tecnología a la región. Las proyecciones internas sugieren que el sitio podría crear varios miles de nuevas posiciones, abarcando ingeniería, logística y fabricación de semiconductores.
Mientras Apple está construyendo servidores de IA en EE.UU., los chips dentro de ellos siguen siendo una historia de evolución estratégica. Los informes indican que Apple planea continuar usando el proceso N3P de 3 nanómetros de TSMC hasta finales de 2026, retrasando su movimiento a 2 nm hasta el chip A21 en 2027.
En lugar de perseguir nodos más pequeños inmediatamente, Apple se está enfocando en técnicas avanzadas de empaquetado de chips, como Chip-on-Wafer-on-Substrate (CoWoS) y System on Integrated Chips (SoIC) de TSMC. Estos métodos permiten a Apple apilar y conectar chips de manera más eficiente, logrando mejoras de rendimiento sin aumentar los costos de fabricación.
Se espera que los futuros chips de la serie M para Macs y servidores de IA utilicen este enfoque de apilamiento 3D, apuntando a la producción en masa entre 2025 y 2026. Esta transición gradual subraya la preferencia de Apple por la fiabilidad y la eficiencia energética sobre los saltos rápidos y costosos de nodos de proceso.
El movimiento de Apple también se alinea con el ascenso de Texas como un importante centro de IA y centros de datos. Según ERCOT (Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas), la red eléctrica del estado está experimentando un crecimiento explosivo de la demanda por parte de centros de datos e infraestructura de IA.
Texas albergaba 279 centros de datos a finales de 2024, con más de la mitad concentrados alrededor de Dallas–Fort Worth. ERCOT proyecta que la demanda total de energía podría aumentar en 43 gigavatios para 2030, el equivalente a añadir 30 plantas de energía nuclear, impulsado en gran parte por la computación de IA y la expansión de infraestructura en la nube.
Algunos centros de datos de IA individuales en el estado ahora están solicitando hasta 1 GW de electricidad cada uno, destacando la escala de energía requerida para el aprendizaje automático y las cargas de trabajo en la nube. Para inversores y productores de energía, esto marca una gran oportunidad para capitalizar la creciente economía energética de IA del estado.
La publicación Apple expande la fabricación estadounidense con el despliegue de servidores de IA en Texas apareció primero en CoinCentral.


