Según informes, Turquía está profundizando en las criptomonedas con regulaciones propuestas que le permitirán ejercer supervisión sobre los traders de criptomonedas y entidades relacionadas.
Las reformas propuestas, según fuentes que hablaron con Bloomberg, ampliarían la jurisdicción antilavado de dinero (AML) de Masak para incluir tanto cuentas cripto como de dinero fiat.
Las medidas pretenden alinearse con las desarrolladas por el Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF), un organismo internacional que crea estándares para abordar el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
El FATF, un organismo intergubernamental del que Turquía es miembro, eliminó a Ankara de su "lista gris" de países sujetos a mayor vigilancia en junio de 2024, tras los avances en sus mecanismos para combatir el lavado de dinero y la financiación del terrorismo.
Se espera que el proyecto de ley sea presentado a la Gran Asamblea Nacional, aunque no se ha revelado un cronograma específico.
Con la aprobación, Masak tendrá la autoridad para congelar o cerrar cuentas sospechosas de uso ilícito en sistemas de pago, instituciones de dinero electrónico, bancos y exchanges de criptomonedas. También podría imponer límites de transacción o incluir en la lista negra billeteras cripto vinculadas a actividades criminales.
El enfoque principal de la legislación es frenar el aumento de las llamadas "cuentas alquiladas" — cuentas que los criminales pagan a individuos para usar en actividades como juegos de azar ilegales o fraude financiero.
Masak es un actor importante en los esfuerzos antilavado de dinero de Turquía, ya que recopila y analiza informes de transacciones sospechosas, remite casos a fiscales y sirve como enlace en asuntos de cumplimiento internacional.
Aunque el trading y la inversión en activos digitales siguen siendo legales en Turquía, y las ganancias aún no están sujetas a impuestos a partir de octubre, el gobierno ha estado avanzando para endurecer las reglas en torno a las criptomonedas.
Los informes indican que el Ministerio de Finanzas está formando nuevas reglas que requerirían que los exchanges de criptomonedas recopilen información detallada sobre la fuente y el propósito de las transacciones, así como introducir límites en las transferencias de stablecoins.
A principios de este año, la Junta de Mercados de Capitales (CMB), uno de los principales reguladores financieros de Turquía, dijo que había restringido el acceso a varias plataformas que ofrecían servicios de activos digitales "no autorizados", como PancakeSwap, un popular exchange descentralizado.
Todos los actores cripto en Turquía ahora deben registrarse localmente, ya que a la junta se le otorgaron mayores poderes en marzo de 2025, con estrictos requisitos de antilavado de dinero y protección al cliente que deben cumplirse. Entre las reglas clave están las verificaciones de ID en transacciones que excedan los 15.000 liras, límites de transferencia en stablecoins y retrasos en los retiros de efectivo para ciertos propósitos.
La medida de Turquía se alinea con la de otros países, incluidos Kazajistán y Rusia, que han estado reprimiendo los mercados de activos digitales. Si bien el trading y la tenencia de criptomonedas siguen siendo legales, el uso de servicios de pago ha sido ilegal desde 2021.
La adopción de criptomonedas en Turquía ha estado aumentando constantemente durante algún tiempo. Según el último Índice de Adopción Global de Criptomonedas de Chainalysis, publicado en septiembre, este aumento está respaldado por el crecimiento de plataformas minoristas centralizadas y la creciente presencia de servicios cripto institucionales en el país.
Sin embargo, un catalizador importante ha sido la fuerte depreciación de la lira turca. Desde 2018, la lira ha estado enfrentando una prolongada crisis financiera y económica marcada por alta inflación, aumento de los costos de endeudamiento y defaults generalizados de préstamos.
Varios ciudadanos han recurrido a stablecoins vinculadas al dólar y BRC como almacenes de valor alternativos a medida que el valor de la lira se ha erosionado. Para entender la escala de la caída de la lira: En 2020, un Bitcoin valía alrededor de 100.000 liras turcas. Hoy, esa misma cifra supera los 4,6 millones de liras, mostrando tanto la apreciación del precio de Bitcoin como la fuerte depreciación de la lira.
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