El cofundador de Ethereum, Vitalik Buterin, ha emitido una severa advertencia a Elon Musk, expresando su preocupación de que la evolución de X de una plataforma que defiende la libertad de expresión a una herramienta para organizar odio dirigido podría desencadenar una reacción global y, en última instancia, socavar las mismas libertades que Musk afirma defender.
En una serie de publicaciones, Buterin dijo que el discurso público en torno a Europa —incluso de personas que anteriormente consideraba "interesantes y sofisticadas"— se ha vuelto "desquiciado", alimentado por narrativas en línea cada vez más agresivas.
Si bien reconoció críticas legítimas a la UE, citando los "clickthroughs" del GDPR y el "Chat Control" como políticas que necesitan reforma, Buterin advirtió que el tono y la coordinación de estos ataques señalan algo más peligroso.
Dirigiéndose directamente a Musk, Buterin escribió que convertir X en "un tótem global para la Libertad de Expresión, y luego convertirlo en un láser de estrella de la muerte para sesiones de odio coordinadas" es "perjudicial para la causa de la libertad de expresión".
Añadió que está preocupado por las consecuencias a largo plazo, advirtiendo de "enormes reacciones contra valores que aprecio" que surgirán en pocos años si la plataforma continúa permitiendo la escalada en lugar del debate.
Los comentarios desencadenaron una conversación más amplia en X sobre el papel geopolítico de Europa. Un usuario argumentó que aquellos que abogan por una Europa debilitada malinterpretan la dinámica del poder global, afirmando que los actores internacionales "babean" ante la idea de disolver la unidad de la UE y temen que eventualmente se federalice.
Buterin respondió que apoya la idea de la UE —un experimento compartido que ofrece los beneficios de un superestado sin la postura agresiva de una potencia mundial— pero enfatizó que la unión sigue siendo "un trabajo en progreso". Según él, el equilibrio está desajustado: no hay suficiente unidad en política exterior y hay demasiada unidad donde se convierte en burocracia y vigilancia.
"Si el experimento puede mejorarse y prosperar", escribió Buterin, "es un modelo que podría establecer un muy buen ejemplo para el mundo".
La intervención de Buterin se une a una creciente lista de voces que luchan con la misma tensión: ¿Dónde está la línea entre la libre expresión y el daño coordinado? Y —quizás más importante— ¿quién traza esa línea?
Musk ha posicionado a X como un refugio contra la censura después de adquirir la plataforma en 2022. Pero los críticos argumentan que lo que comenzó como una defensa de la expresión abierta ha permitido redes de acoso, desinformación y agitación política a gran escala.
La advertencia de Buterin replantea el debate no como izquierda contra derecha, o pro-UE contra anti-UE, sino como un riesgo estructural. Potenciar la libertad de expresión mientras se evita la weaponización de las turbas en línea puede determinar si las plataformas sociales protegen los valores democráticos o los desestabilizan.


