La industria cafetera de Brasil, considerada la más potente del mundo, celebró este viernes la suspensión de los aranceles fijados por el gobierno de Donald Trump sobre las importaciones de café a Estados Unidos, aunque pidió que continúen las negociaciones para lograr la eliminación total de gravámenes sobre todos los productos derivados. El Consejo de los Exportadores del Café de Brasil (CECAFE) calificó esta decisión como “una victoria histórica para toda la cadena productiva del negocio”, en un comunicado difundido a la prensa.
Según CECAFE, el alza arancelaria representó “una pérdida completa de competitividad” para el sector, que ahora considera la suspensión como resultado de “meses de intenso trabajo representando los intereses del café brasileño.”
La suspensión anunciada el jueves por la administración estadounidense revirtió el arancel adicional del 40% impuesto en agosto a gran parte de las importaciones de café brasileño, una medida que, según autoridades norteamericanas, respondía tanto a cuestiones comerciales como políticas. En su contexto de disputas con Brasil, Trump había decretado primero una tarifa aduanera del 10% y posteriormente el alza hasta el 40%, tras el inicio del juicio y posterior condena a 27 años de prisión del ex presidente Jair Bolsonaro por intento de golpe de Estado.
El viernes pasado, el gobierno estadounidense ya había eximido del arancel del 10% a diversos productos como el café, el plátano y ciertos tipos de carne. Con la suspensión del 40% anunciada este jueves, el café brasileño tostado y molido queda nuevamente libre de gravámenes adicionales en su exportación hacia Estados Unidos, según aclaró la Asociación Brasileña de la Industria del Café (ABIC). “Esta nueva orden evidencia que el café brasileño es un producto esencial y estratégico para la economía estadounidense”, expresó la organización en una nota.
No obstante, CECAFE advirtió que el café soluble no fue incluido en la lista de exenciones establecida en las órdenes ejecutivas de la administración de Trump, motivo por el cual el sector insiste en la necesidad de mantener “la buena relación” entre los equipos negociadores para “buscar la exención completa de todo el sector”.
La reversión parcial de los aranceles coincide con un momento de deshielo en las relaciones bilaterales entre Brasil y Estados Unidos. Tras semanas de tensión diplomática y declaraciones cruzadas, la relación se normalizó progresivamente a partir de un encuentro casual entre Luiz Inácio Lula da Silva y Trump en septiembre, durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Posteriormente, tras una comunicación telefónica y una reunión presencial el 26 de octubre en Kuala Lumpur, ambos mandatarios acordaron iniciar negociaciones formales sobre la agenda comercial bilateral.
El presidente brasileño subrayó en la red social X que “la eliminación del arancel del 40 % impuesto por el gobierno de Estados Unidos a varios productos agrícolas brasileños es una victoria para el diálogo, la diplomacia y el sentido común”. Según lo publicado por X, Lula elogió el “diálogo franco” con su par estadounidense y confirmó que Brasil seguirá apostando por las conversaciones para ampliar la apertura comercial.
Antes de la imposición de los aranceles, datos oficiales del gobierno estadounidense mostraban que Brasil suministraba aproximadamente el 30 % del café consumido en Estados Unidos, seguido de Colombia (20 %) y Vietnam (10 %).
(Con información de EFE/AP)

