Las redes sociales y medios brasileños se hicieron eco de la historia de Kamila Rodrigues Cardoso, una joven de 21 años que triunfó en el mundo del modelaje y las pasarelas de su país, pero que un día cambió radicalmente su estilo de vida y pasó a ser la hermana Eva. Desde ese entonces, se volvió furor y ahora profesa la palabra de Dios de la mano de su fama.
La hermana Eva se unió a la Congregación Sancta Dei Genitri, una orden que está fuera de la iglesia católica apostólica romana, pero que de igual modo lleva los hábitos y transformó su realidad a la del celibato. Hace tres años que inició el camino de la conversión y en su perfil de Instagram a diario comparte contenido para dar a conocer el rol de novicia.
La monja oficia sus servicios en el nuevo convento que el sacerdote ortodoxo José Ribamar Dias ordenó construir tras una colecta solidaria con gran repercusión en Brasil. En las cercanías de este edificio a menudo recorre los barrios vulnerables y les entrega a los vecinos crucifijos e imágenes religiosas, algo que le valió de elogios entre su público y que la gente le agradece. “Cada llavero es como un ladrillo para levantar nuestra casa. ¿Querés colaborar con nosotras?”, se la escucha decir en uno de sus reels.
Cardoso nació en Pato de Minas, en el estado de Minas Gerais. Su popularidad comenzó con algunos concursos de belleza que ganó de adolescente, entre ellos Miss Continente Teen Sol Naciente, que la catapultó a ser reconocida en su país y a participar en Miss Brasil. Asimismo, el uso de las redes sociales le permitió alcanzar otro público y su imagen se expandió.
Pero, todo el éxito resultó vació, según dio a entender ella. Necesitaba respuestas para orientar su vida y lo hizo cerca de Dios. En una entrevista que ofreció este año a The Noite, reveló que la muerte de su padre a los nueve años la volvió más creyente. “En la adolescencia, me di cuenta de que ya no lo tendría. Empecé a sufrir depresión y ansiedad, y empecé a pensar que ser modelo ya no me llenaba el corazón”, contó.
En medio de las dudas por su carrera como modelo, encontró refugio en la fe. Empezó a rezar el rosario y se unió a grupos de oración. “El llamado” llegó durante una homilía, cuando vio pasar a una monja y quedó impactada por “la luz intensa” que emanaba. Para Cardoso fue un momento revelador.
Para comprender más al respecto se acercó al convento y dialogó con las otras ordenadas. Allí entendió que su modo de vida, el uso del hábito y el velo, las costumbres y la entrega al otro, era lo que necesitaba. “Encontré la verdadera belleza en el silencio, la oración y el servicio”, dijo. Por ese motivo se sumó a los 18 años y adoptó el nombre de Eva, como la primera mujer que existió en la Tierra, según La Biblia.
A partir de ahí dedicó su tiempo a ayudar a los necesitados y trabajó en obras de caridad para los barrios más humildes. En uno de los videos que un usuario subió a sus redes, la mostró en un local mientras observaba objetos religiosos. Aquella acción la volvió viral y repercutió en todos lados, ya que la famosa modelo se había convertido.
“Ser la esposa de Jesús es una de las vocaciones más hermosas que alguien puede experimentar”, dijo a The Noite. En su perfil público evita hablar de su privacidad, aunque hace referencia las obras caritativas y pide la colaboración de los fieles para con su convento.


